5 señales de que tu empresa necesita actualizar su póliza de seguros

Descubre las 5 alertas que pueden dejar a tu Empresa desprotegida y aprende a blindar tu negocio antes de que sea tarde.

5/2/20258 min read

5 señales de que tu empresa necesita actualizar su póliza de seguros

Más del 80% de las PyMEs mexicanas no sobreviven a sus primeros dos años de vida, en gran medida por una inadecuada gestión de riesgos. Una póliza de seguros empresarial es una herramienta clave para gestionar esos riesgos y proteger tu negocio. Sin embargo, contar con un seguro no basta: es esencial mantenerlo actualizado. De hecho, en México solo 17% de las pequeñas y medianas empresas tienen algún tipo de seguro para enfrentar siniestros. Si tu empresa forma parte de este porcentaje afortunado, asegúrate de que tu póliza esté al día. A continuación, te presentamos cinco señales claras de que tu póliza de seguro empresarial podría estar desactualizada, junto con recomendaciones prácticas para que tu empresa mantenga una protección óptima.

Señal 1: Inventario o activos fuera de la cobertura actual

Si en los últimos meses o años has invertido en nueva maquinaria, más inventario o mejoras en tus instalaciones, es posible que el valor asegurado en tu póliza ya no alcance para cubrirlo todo. Por ejemplo, tal vez empezaste con mobiliario y equipo valuados en $500,000 MXN y ahora tienes el doble en activos, pero mantienes la misma suma asegurada de cuando iniciaron operaciones. Esto significa que, ante un incendio o robo, la indemnización del seguro no cubriría plenamente el costo de reponer tus bienes actuales. No actualizar la póliza puede resultar en infraseguro – es decir, tener un monto asegurado menor al valor real de los bienes – lo que afectaría negativamente el patrimonio de tu empresa en caso de un siniestro. Recuerda que la inflación también eleva el costo de reemplazar equipos o reconstruir instalaciones con el tiempo.

Recomendación: Realiza un inventario actualizado de tus activos importantes (maquinaria, equipo, mobiliario, existencias) y verifica si la suma asegurada de tu seguro de daños sigue siendo suficiente. Los expertos sugieren ajustar los valores asegurados al menos una vez al año, considerando inflación y otros factores económicos. Pide a tu aseguradora o agente que revalúe tu póliza según el valor actual de tus bienes; de este modo, evitarás sorpresas desagradables y tu empresa estará protegida ante pérdidas materiales mayores de lo previsto.

Señal 2: Nuevas ubicaciones o mejoras no reflejadas en la póliza

¿Cambiaste de ubicación, abriste una nueva sucursal o realizaste remodelaciones significativas en tu negocio? Estos cambios físicos son un signo claro de que tu póliza necesita una actualización. Cada ubicación puede tener distintos niveles de riesgo: por ejemplo, mudarse de una zona alta a nivel del mar a otra propensa a inundaciones o huracanes aumenta la exposición a desastres naturales. En México, las coberturas más usadas en seguros PyME incluyen inundaciones (55% de los casos) y sismos (15%), junto con incendios, rotura de cristales y responsabilidad civil. Si tu póliza original no contemplaba ciertos fenómenos naturales porque antes no eran relevantes para tu ubicación, podrías quedar desprotegido ante eventos como una inundación o terremoto. Del mismo modo, mejoras en construcción (p. ej., ampliaciones, nuevas instalaciones especiales) aumentan el valor de tu propiedad y pueden no estar cubiertas si no las declaraste.

Recomendación: Notifica a tu aseguradora cualquier cambio de domicilio o apertura de nuevas sucursales antes de que ocurran, o tan pronto como sea posible. Solicita incluir las nuevas direcciones y características de cada local en la póliza. Si la nueva ubicación implica riesgos distintos (por ejemplo, está en una zona sísmica o con alta tasa de robos), revisa que tu cobertura los incluya – podrías agregar protección contra terremotos, inundaciones u otros riesgos específicos según la zona. Lo mismo aplica para mejoras significativas: comunica las remodelaciones o nuevas construcciones para que el seguro ajuste el monto y las condiciones de cobertura. De esta forma tu inversión en nuevos locales o mejoras quedará protegida y evitarás lagunas en la cobertura.

Señal 3: Productos o servicios nuevos que conllevan riesgos no cubiertos

Las empresas evolucionan: tal vez una tienda física ahora también vende por internet, una empresa de servicios añadió nuevas especialidades, o una fábrica lanzó un producto totalmente distinto. Si has ampliado tu línea de productos o servicios, cada nueva actividad puede traer riesgos diferentes a los originales de tu giro de negocio. Un ejemplo común: incorporar un servicio de entregas a domicilio – ahora tus empleados conducen vehículos para repartos, lo que implica riesgo de accidentes viales que podrían no estar cubiertos por tu póliza empresarial estándar. Otro caso: lanzaste un producto nuevo al mercado; ¿sabías que si ese producto llegara a causar daños a un cliente podrías enfrentar demandas? Una póliza vieja tal vez no incluya seguro de responsabilidad civil por productos (protección ante reclamaciones por productos defectuosos), cobertura que sería fundamental en este escenario. Asimismo, en el entorno digital actual, muchas empresas han creado presencia en línea o manejan datos de clientes. Si tu empresa ahora depende fuertemente de sistemas digitales o almacena información confidencial, un seguro cibernético es crucial para cubrir riesgos como ataques de ransomware o robo de datos. Por ejemplo, una empresa con operaciones digitales robustas que maneja datos sensibles debería contar con un Seguro de Riesgos Cibernéticos para proteger esa información y recuperarse de eventuales ciberamenazas – algo que un paquete de seguros tradicional más antiguo quizás no contemplaba.

Recomendación: Cada vez que diversifiques tu negocio o agregues un nuevo producto/servicio, informa a tu agente de seguros y revisa si necesitas endosos o pólizas adicionales. Para nuevos servicios de entrega, considera agregar un seguro para vehículos empresariales o ampliar tu responsabilidad civil a cobertura vehicular. Si lanzas un producto, evalúa contratar o incluir cobertura de responsabilidad civil de productos (no es obligatoria por ley, pero es una protección estratégica para tu patrimonio). Y si tu empresa se ha digitalizado, cotiza un seguro contra riesgos cibernéticos que cubra incidentes como hackeos, brechas de datos y sus consecuencias legales. En resumen, adapta tu seguro al nuevo giro que tome tu empresa; así podrás crecer con tranquilidad, sabiendo que cada faceta del negocio está respaldada por la cobertura adecuada.

Señal 4: Crecimiento de la plantilla y cambios en el personal

¿Tu empresa pasó de ser un equipo pequeño y familiar a tener decenas de empleados? ¿Has incorporado personal clave o, por el contrario, redujiste significativamente el número de colaboradores? Los cambios en tu plantilla son otra señal de alerta para revisar tus seguros. Un mayor número de empleados implica mayores responsabilidades: desde posibles accidentes de trabajo hasta prestaciones laborales y beneficios que podrías ofrecer. En México, la seguridad social (IMSS) cubre ciertos riesgos laborales básicos, pero muchas PyMEs optan además por seguros para empleados para complementar esa protección – por ejemplo, un seguro de gastos médicos mayores grupal o un seguro de vida colectivo para empleados. Si contrataste a más gente y no actualizas tus pólizas, podrías estar dejando fuera a nuevos empleados de la cobertura de vida o accidentes que sí tenían los anteriores. Además, algunas coberturas como responsabilidad civil patronal (frente a demandas de empleados) o seguro de “hombre clave” (que protege a la empresa financieramente ante la pérdida inesperada de un socio o director vital) cobran más relevancia conforme tu plantilla y estructura crecen. Por otro lado, si redujiste personal o cambió la naturaleza de sus funciones, podrías quizás ajustar tus coberturas para ahorrar costos o eliminar coberturas que ya no aplican.

Recomendación: Mantén tus seguros relacionados con empleados actualizados cada vez que haya cambios significativos de personal. Si superaste cierto número de empleados, asesórate sobre seguros grupales (de vida, salud, accidentes) que no solo protegen a tu gente, sino que también sirven como beneficio laboral para atraer y retener talento. Verifica que todos los empleados vigentes estén incluidos en las pólizas correspondientes desde su fecha de alta. En caso de tener personal clave cuyo aporte sea crítico para el negocio (un fundador, un director técnico, etc.), considera contratar un seguro de hombre clave si aún no lo tienes, para blindar a la empresa ante su posible ausencia. Y siempre cumple con los requisitos legales (afiliación al IMSS, por ejemplo), pero complementa esa protección básica con pólizas privadas cuando sea necesario. Actualizar estas coberturas demuestra compromiso con la seguridad de tu equipo y te ayuda a evitar gastos inesperados por eventualidades laborales.

Señal 5: Póliza antigua en un entorno cambiante (no se ha revisado en años)

La última señal – y quizá la más evidente – es el paso del tiempo. Si han transcurrido años desde que contrataste o revisaste a fondo tu póliza empresarial, es muy probable que se haya quedado desactualizada simplemente porque el mundo y tu empresa han cambiado. Piensa en todo lo que ha ocurrido en, digamos, cinco años: inflación, tipos de cambio, nuevas leyes, avances tecnológicos, incluso eventos inesperados como la pandemia. Todos estos factores pueden hacer que una cobertura que antes era suficiente hoy resulte inadecuada. Por ejemplo, la inflación en México de los últimos años ha encarecido materiales y mano de obra, de modo que reconstruir tu local o reponer mercancía perdida cuesta mucho más que antes. Si tu póliza sigue con las mismas sumas aseguradas de hace tiempo, podrías enfrentar un infraseguro severo en caso de siniestro. Asimismo, han surgido nuevos riesgos que hace una década eran menores: los fenómenos climáticos extremos y las amenazas cibernéticas van en aumento, y muchas pólizas antiguas no contemplan cobertura amplia para ellos. Por otro lado, la normativa evoluciona: pueden existir nuevas exigencias legales o contractuales (por ejemplo, clientes corporativos que ahora piden comprobante de ciertos seguros para cerrar negocios, o regulaciones de protección de datos más estrictas) que tu seguro vigente no cumple simplemente porque nadie lo ajustó. En resumen, una póliza empresarial olvidada en un cajón tiende a volverse obsoleta con el tiempo, dejando brechas en la protección de tu empresa.

Recomendación: Revisa tu póliza al menos una vez al año, incluso si no identificas un cambio específico en tu negocio. Muchas aseguradoras recomiendan una revisión anual o antes de cada renovación, lo cual te da oportunidad de actualizar coberturas, límites y sumas aseguradas. Pregúntate: “¿Qué ha cambiado en mi empresa y entorno desde que contraté este seguro?” y discútelo con tu agente. Ajusta por inflación los montos asegurados (por ejemplo, con base en índices oficiales) y verifica si existen nuevas coberturas en el mercado que puedan complementar tu póliza (como seguros contra ciberriesgos, cobertura por interrupción de negocio, etc., si aplican a tus preocupaciones actuales). Mantener la póliza al día también garantiza que cumples con las leyes y contratos vigentes que pudieran afectarte. En pocas palabras, no dejes que tu seguro se vuelva una fotografía vieja de una realidad que ya cambió – al contrario, haz de la actualización de la póliza una parte regular de la estrategia de tu negocio.

Conclusión: Protege el futuro de tu Empresa

En el dinámico contexto empresarial de México, una póliza de seguros actualizada equivale a tranquilidad y continuidad. Las cinco señales anteriores te ayudan a detectar cuándo el escudo protector de tu empresa necesita refuerzo o ajustes. Si te reconociste en una o varias de estas situaciones, es momento de tomar acción: comunícate con tu aseguradora o corredor de seguros para revisar a detalle tu póliza. Actualizar tus coberturas no solo cierra brechas de protección, sino que también puede ahorrarte costos a largo plazo – evitando que pagues de tu bolsillo pérdidas que pudieron cubrirse o incluso reduciendo primas si ciertos riesgos han disminuido en tu operación. Mantén tu seguro al día: tu empresa evoluciona y tu póliza debe evolucionar con ella. Como dueño o dueña de negocio, esta es una inversión en la resiliencia y el futuro de tu empresa.

¿Qué sigue?

Actualizar tu seguro no tiene que ser complicado. Se trata de revisar con claridad lo que tienes, lo que necesitas proteger hoy y lo que podrías necesitar mañana.

En Fianzas y Seguros Empresariales, ayudamos a empresas como la tuya a evaluar sus pólizas actuales, detectar brechas de protección y rediseñar esquemas de cobertura que realmente se ajusten a tu etapa de crecimiento.

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