5 seguros que toda empresa debe tener
Descubre en minutos los 5 seguros imprescindibles que blindarán tu empresa y evitarán que un imprevisto la ponga en riesgo.
5/30/20259 min read


5 seguros que toda empresa debe tener
Las empresas son la columna vertebral de la economía mexicana, representando el 99.8 % de los negocios en México. Sin embargo, enfrentan numerosos riesgos que amenazan su continuidad. De acuerdo con Zurich México, 60 % de las empresas sufre algún siniestro durante su primer año de operaciones. Pese a esto, son pocas las que están preparadas: apenas 17–18 % de las empresas cuentan con algún tipo de seguro para enfrentar imprevistos. Esta falta de protección puede ser fatal: un estudio mostró que 7 de cada 10 empresas que sufren un siniestro grave desaparecen si no están aseguradas correctamente. Contratar un seguro no debe verse como un gasto innecesario, sino como una inversión fundamental para asegurar la continuidad del negocio ante eventos inesperados. A continuación, se presentan 5 seguros clave (obligatorios por ley o altamente recomendados) que toda empresa en México debería considerar, junto con su utilidad, coberturas, ejemplos locales y las consecuencias de prescindir de ellos.
1. Seguro de Riesgos de Trabajo (IMSS, obligatorio para empleados)
Si tu empresa tiene empleados, es obligatorio por ley afiliarles al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para cubrir los riesgos de trabajo. Este seguro protege a tus colaboradores en caso de accidentes o enfermedades ocurridos con motivo de su trabajo. ¿Para qué sirve? Cubre gastos médicos, hospitalización, medicamentos, rehabilitación y hasta indemnizaciones o pensiones por incapacidad temporal, permanente o muerte derivados de un accidente laboral. En otras palabras, el IMSS se hace cargo de la atención y compensación al trabajador accidentado, liberando a la empresa de cargar directamente con esos costos. ¿Qué cubre? Todas las prestaciones de ley por riesgos de trabajo: desde curaciones menores hasta prótesis, e incluso ayuda por gastos funerarios en caso de fallecimiento del trabajador. Por ejemplo, si un operario sufre una caída en la planta y se fractura, el IMSS le brindará atención médica y pago de su salario durante la incapacidad. Consecuencias de no tenerlo: No inscribir a tus empleados al IMSS puede resultar catastrófico. Además de ser una violación a la ley que conlleva multas elevadas y sanciones al patrón, la empresa tendría que pagar de su bolsillo todos los gastos médicos y indemnizaciones al trabajador accidentado. Para dimensionar el impacto: tras la reforma a la Ley Federal del Trabajo, la indemnización por muerte de un empleado asciende a 5 000 días de salario. Sin el seguro de riesgos de trabajo, esa obligación recae completamente en la empresa, lo que fácilmente podría llevarla a la quiebra. En resumen, este seguro es indispensable y obligatorio: protege a tus empleados y te protege a ti como empleador de responsabilidades financieras inasumibles.
2. Seguro de Responsabilidad Civil (daños a terceros)
Toda empresa, sin importar su giro, está expuesta a causar daños o perjuicios a terceras personas en el desarrollo de sus actividades. El Seguro de Responsabilidad Civil (RC) te ampara justamente ante esas situaciones, cubriendo los daños que tu negocio pueda causar a clientes, proveedores, visitantes o al público en general, ya sea en sus bienes o en su persona. ¿Para qué sirve? Sirve para responder legal y financieramente si tu empresa es responsable de un accidente o error que afecte a un tercero. ¿Qué cubre? Cubre el pago de indemnizaciones por lesiones, fallecimiento o daños materiales a terceros, así como los gastos legales (honorarios de abogados, juicios) asociados. Por ejemplo, imagina que tienes una pequeña fábrica y, por un descuido, ocurre un incendio que se propaga a la propiedad vecina causando daños; o que en tu restaurante un cliente sufre una caída por piso mojado y se lesiona. En casos así, el seguro de RC pagará los daños al vecino o los gastos médicos y compensación al cliente lesionado, hasta el límite asegurado. Contexto mexicano: Aunque en México no existe un seguro empresarial obligatorio más allá del de responsabilidad civil en ciertos casos, pocas empresas lo contratan voluntariamente (se estima que solo 7 % de las pólizas empresariales incluyen responsabilidad civil). Consecuencias de no tenerlo: Sin este seguro, cualquier demanda o reclamación podría ser devastadora. La empresa tendría que asumir con sus propios recursos el pago de los perjuicios. Pensemos en un accidente grave: ¿podrías pagar de contado una indemnización millonaria por daños a un tercero? Muchas empresas no podrían, y enfrentarían cierre o embargos. Además, algunas actividades comerciales o gubernamentales exigen por regulación contar con un seguro de RC para otorgar licencias o contratos; no tenerlo podría dejarte fuera de ciertos negocios. En resumen, el seguro de responsabilidad civil brinda tranquilidad de que un error no acabará con tu empresa.
3. Seguro de Daños a la Propiedad (incendios, robos y desastres naturales)
Proteger los activos tangibles de tu empresa es fundamental. El Seguro contra Daños Patrimoniales –también conocido como seguro empresarial contra incendio o multirriesgo– cubre tu inmueble (oficina, local, bodega) y sus contenidos (maquinaria, mobiliario, mercancías) frente a eventos súbitos que puedan dañarlos o destruirlos. ¿Para qué sirve? Su objetivo es resguardar el patrimonio del negocio ante accidentes o desastres que escapan de tu control. ¿Qué cubre? Dependiendo de la póliza, típicamente cubre riesgos como incendios, explosiones, inundaciones, terremotos, huracanes, rayos, robo con violencia, vandalismo y otros fenómenos naturales o siniestros. Muchas aseguradoras ofrecen paquetes para empresas que incluyen coberturas adaptadas: por ejemplo, rotura de cristales, daños por corto circuito, e incluso interrupción de negocio (lucro cesante) para compensar la pérdida de ingresos si tienes que detener operaciones por un siniestro. En México, este seguro es especialmente relevante: somos un país propenso a terremotos y huracanes, y menos del 20 % de las empresas cuenta con seguro contra desastres naturales, robos o incendios. Por ejemplo, recordemos el terremoto del 19S en 2017: muchas tiendas y oficinas resultaron afectadas; aquellas con seguro pudieron reconstruir y recuperar inventarios, mientras que las no aseguradas enfrentaron pérdidas totales. Estadísticas que importan: Según la AMIS, solo 18 % de los negocios en México tiene un seguro contra catástrofes, a pesar de que más del 68 % de la población y 71 % del PIB se ubican en zonas de alto riesgo por fenómenos naturales. Además, el 36 % de las empresas están expuestas a sufrir robos y 50 % a daños en sus instalaciones, según datos del INEGI. Consecuencias de no tenerlo: Un incendio podría consumir en horas lo que te tomó años construir. Sin seguro, perderías edificio, equipo y mercancía sin posibilidad de recuperación, poniendo en riesgo definitivo tu operación. De hecho, los expertos señalan que contar con una póliza empresarial es clave para la resiliencia y continuidad del negocio. Si mañana entra un ladrón o golpea un huracán, ¿tiene tu empresa la solvencia para absorber el golpe? La realidad es que muchas no la tienen y podrían verse forzadas a cerrar. Por eso, asegurar tus bienes es asegurar el futuro de tu negocio.
4. Seguro de Automóviles o Flotilla (Responsabilidad vehicular)
Si tu empresa utiliza vehículos para sus operaciones (reparto, transporte de personal o mercancías, autos ejecutivos, etc.), necesitas un seguro de auto empresarial. Este seguro es doblemente importante: por un lado, es obligatorio por ley contar al menos con la cobertura de responsabilidad civil en vehículos que transiten en vías federales; por otro lado, es altamente recomendable extender la cobertura para proteger también los vehículos mismos de la empresa. ¿Para qué sirve? Un seguro de flotilla o de autos empresariales sirve para cubrir los daños que puedan causar tus vehículos a terceros, cumplir con la ley, y además proteger la inversión que tienes en tus unidades contra choques, robos o pérdidas totales. ¿Qué cubre? La cobertura básica obligatoria es la Responsabilidad Civil vehicular, que paga las lesiones o daños materiales que tu camión o coche empresarial provoque a otras personas, autos o propiedades en un accidente. Adicionalmente, las pólizas amplias cubren los daños propios: colisiones, volcaduras, robo del vehículo, daños por desastre natural durante su uso, cristales, asistencia vial, gastos médicos para los ocupantes, etc. En México desde 2019 todo vehículo en circulación debe tener al menos RC, pero la realidad es que solo ~33 % de los autos en el país están asegurados pese a la obligatoriedad. Ejemplo: imagina que una camioneta de tu negocio sufre un accidente y resulta responsable: sin seguro, el costo promedio de un accidente “moderado” puede ir de $25 000 a $50 000 pesos por cada persona lesionada, más $10 000 a $15 000 en daños materiales. Tu empresa tendría que pagar esos montos inmediatos, además de una posible multa por no tener seguro (en muchos estados las multas van de $2 000 a $4 000 pesos por no asegurar el vehículo). Con el seguro, en cambio, la aseguradora pagaría a los afectados, evitando un golpe financiero que podría ser muy serio para la empresa. Consecuencias de no tenerlo: Además de incurrir en infracciones de tránsito, un accidente vehicular sin seguro puede desestabilizar económicamente a tu negocio y a los involucrados. En casos graves, los daños a terceros pueden ascender a cientos de miles de pesos (piensa en atropellamientos o choques múltiples). Legalmente, el propietario del vehículo debe responder por esos daños, y sin póliza, toda esa carga recae sobre tu empresa. Por eso, este seguro no solo cumple la ley, sino que previene que un percance vial se convierta en una crisis financiera. Si cuentas con varios vehículos, considera pólizas de flotilla, que suelen ofrecer tarifas preferenciales y coberturas ajustadas al uso empresarial.
5. Seguros para Colaboradores: Vida y Gastos Médicos Mayores
Tus colaboradores son el activo más valioso de la empresa, y proteger su bienestar beneficia tanto a ellos como al negocio. Además del seguro social básico, es muy recomendable contratar seguros de vida y de gastos médicos mayores para empleados (ya sea individuales o en forma de póliza colectiva). ¿Para qué sirve? Estos seguros proporcionan un respaldo financiero al empleado y su familia ante circunstancias personales adversas: el seguro de vida otorga una suma económica a los beneficiarios si el trabajador fallece; el seguro de gastos médicos mayores cubre costos de atenciones médicas especializadas, hospitalizaciones y tratamientos caros en caso de enfermedades graves o accidentes fuera del trabajo. ¿Qué cubren? Un seguro de vida colectivo suele cubrir muerte por cualquier causa (natural o accidental) con un monto determinado (por ejemplo, 24 meses de salario del empleado), e incluso puede incluir invalidez total permanente. Un seguro de gastos médicos cubre gastos como cirugías, medicamentos, honorarios médicos, estudios de alta especialidad, terapias, etc., una vez superado un deducible, hasta una suma asegurada alta. Por ejemplo, si un empleado clave es diagnosticado con cáncer, la póliza de gastos médicos podría pagar tratamientos que fácilmente cuestan cientos de miles de pesos, permitiéndole enfocarse en su recuperación y eventualmente volver al trabajo sin deudas impagables. Contexto y ejemplo local: Lamentablemente, pocas empresas mexicanas ofrecen estos beneficios; apenas 17 % de los empleados de empresas cuenta con algún tipo de protección de vida o gastos médicos proporcionada por su empleo. Imagina un caso real: el gerente de ventas de una empresa sufre un infarto. Con seguro de gastos médicos, puede recibir atención de calidad inmediata en un hospital privado, pagada por la póliza, y su familia no tiene que endeudarse. Si ocurriese lo peor, el seguro de vida proveería un respaldo económico a su familia para afrontar gastos y deudas. ¿Qué pasa si no los tienes? Por un lado, los empleados pueden sentirse desprotegidos y poco valorados, lo que impacta la motivación y retención de talento. En sectores competitivos, ofrecer seguros como prestación marca la diferencia para atraer y fidelizar al mejor personal. Por otro lado, si ocurre una desgracia sin tener seguros, muchas veces la empresa termina tratando de apoyar con colectas o pagos ex gratia, afectando sus finanzas. Incluso la ausencia prolongada de un empleado enfermo sin tratamiento adecuado merma la productividad. Proporcionar un seguro de vida y gastos médicos es invertir en tu capital humano: mejora el clima laboral, brinda tranquilidad a tu equipo y reduce el impacto de eventualidades en la operación. Además, existen opciones flexibles y deducibles de impuestos para las empresas al otorgar estas prestaciones. En resumen, cuidar a quienes hacen posible tu negocio es una estrategia ganadora para todos.
Conclusión: Protege hoy el futuro de tu empresa
Los riesgos para las empresas son reales y variados –desde un incendio devastador, un accidente costoso, hasta la pérdida de un integrante clave del equipo–. Las estadísticas en México muestran que la mayoría de las empresas no está preparada para afrontarlos, y las consecuencias de esa falta de previsión pueden ir desde graves pérdidas económicas hasta el cierre definitivo del negocio. Los 5 seguros descritos arriba abarcan los principales frentes de protección: tu equipo humano, tus responsabilidades frente a terceros, tus bienes materiales, tus vehículos y la continuidad del negocio. Algunos son obligatorios por ley, otros simplemente indispensables por sentido común empresarial. La invitación es clara: revisa cuáles de estas coberturas ya tienes y cuáles te faltan, infórmate con fuentes confiables (AMIS, CONDUSEF, agentes especializados) y toma acción para contratar los seguros necesarios. Recuerda que cada empresa es distinta; un agente o bróker de confianza puede ayudarte a armar un traje a la medida, priorizando según los riesgos específicos de tu giro. No esperes a que ocurra una desgracia para valorar un seguro. Como dice el dicho, “más vale prevenir que lamentar”. Protege hoy tu empresa para que, pase lo que pase, tengas la tranquilidad de seguir adelante y tus sueños empresariales estén a salvo. ¡Tu negocio y las personas que dependen de él lo valen!
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